Cuidado Personal

Edulcorantes y enfermedad cardíaca: ¿están vinculados?

En los últimos años, los edulcorantes han estado en el ojo del huracán por su posible relación con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Estas sustancias son aquellas que proporcionan un sabor dulce a los alimentos y las bebidas. Y aunque la más conocida es el azúcar o la sacarosa, existen versiones artificiales con el mismo fin.

El inconveniente es que se ha determinado que su ingesta habitual no es tan segura como se pensaba. Ahora mismo, al hablar de salud, la sugerencia es limitar al máximo su presencia en la dieta. Veamos qué dice la ciencia sobre su relación con la salud del corazón y cómo disminuir su consumo.

¿Qué son los edulcorantes y cómo se clasifican?

Los edulcorantes son sustancias que le dan a los productos un sabor dulce, tomando como patrón de referencia el dulzor aportado por el azúcar. Pueden ser sintéticos o naturales; además, hay de tipo nutritivo y no nutritivo. Estos últimos aportan poco o nada de calorías, mientras que los nutritivos sí las contienen.

Naturales

  • Sacarosa o azúcar de caña.
  • Miel.
  • Azúcar de coco.
  • Fructosa.
  • Glucosa.
  • Azúcar invertido.
  • Sorbitol.
  • Maltosa.
  • Stevia.
  • Dátiles.
  • Extractos de frutas Luo Han Guo.

Sintéticos o artificiales

  • Aspartamo.
  • Sucralosa.
  • Sacarina.
  • Neotamo.
  • Acesulfamo.
  • Advantame.

A pesar de que existe esta clasificación, el término «edulcorantes» suele hacer referencia a los productos artificiales. Y aunque su finalidad es reducir el riesgo de problemas de salud asociados al consumo excesivo de azúcar o sacarosa —como la obesidad o la propensión a las caries— su presencia habitual en la dieta ha sido motivo de polémica.

Edulcorantes y enfermedad cardíaca: ¿tienen algún efecto sobre la salud?

Durante años, se han hecho estudios sobre los distintos edulcorantes para conocer sus efectos sobre la salud. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) declaró que la mayoría de sustancias de este tipo son seguras.

De hecho, tras varias investigaciones se determinó que su toxicidad e incidencia sobre diversas enfermedades es relativamente bajo. De ahí que se haya aprobado su comercialización.

Sin embargo, nuevos informes hablan de una posible relación entre el uso de edulcorantes y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. En un estudio publicado en 2022 a través de la revista BMJ, los investigadores determinaron que, en efecto, una ingesta habitual de estas sustancias sí eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El estudio, hecho en Francia con la participación de 103 388 voluntarios, de los que el 79,8 % eran mujeres, evaluó la ingesta dietética y el consumo de edulcorantes artificiales. Analizaron los resultados con registros dietéticos, así como los productos industriales consumidos por cada uno.

La ingesta promedio de edulcorantes artificiales en un grupo fue de alrededor de 78 miligramos por día. Había otros con un consumo bajo, de alrededor de 8 miligramos por día. Estaba también el grupo de personas que no consumían estas sustancias.

Resultó que la ingesta total de edulcorantes artificiales se asoció con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que hubo 1502 eventos. De hecho, se asociaron más con el riesgo de enfermedad cerebrovascular, con 777 eventos.

La ingesta de aspartamo se relacionó con un mayor riesgo de eventos cerebrovasculares. Además, la acesulfame de potasio y la sucralosa se correspondieron con un mayor riesgo de enfermedad coronaria.

El estudio fue observacional, así que no fue posible establecer causas. De todos modos, los científicos tomaron en cuenta variantes como otros factores de vida que pudieran causar un aumento en la mortalidad por enfermedades cardíacas.

Desde este punto de vista, argumentan que —aún con esos ajustes— todavía existía una señal de un incremento por el uso de edulcorantes. Otros científicos que analizaron el mismo fenómeno tienen sus hipótesis al respecto.

Posibles causas

Otra investigación que analizó los riesgos del consumo de edulcorantes, asegura que su posible vínculo con las enfermedades cardiovasculares es porque los alimentos que los contienen conllevan a un aumento de peso. De esta forma, el sobrepeso y la obesidad se convierten en los detonantes.

El análisis también concluyó que el consumo excesivo de edulcorantes tiene un vínculo con una mayor incidencia de accidentes cerebrovasculares solo entre los obesos. Aun así, se observó que la mortalidad por todas las causas también incrementó entre los consumidores frecuentes cuyo peso era normal.

Sumado a lo anterior, se sigue manteniendo la hipótesis que dice que el consumo de edulcorantes artificiales es causante de antojos y de dependencia de azúcar. A su vez, incide en la estimulación del apetito y el aumento de peso, lo que tiene un estrecho vínculo con la enfermedad cardíaca.

¿Cómo controlar la ingesta de edulcorantes?

Los edulcorantes artificiales se usan ampliamente en la industria alimentaria. No solo para sustituir el azúcar, sino porque algunos son más dulces que la sacarosa. Los alimentos procesados que la contienen son los siguientes:

  • Refrescos.
  • Mezclas de bebidas en polvo.
  • Dulces en general.
  • Alimentos enlatados.
  • Mermeladas y jaleas.
  • Productos lácteos.
  • Postres, productos para hornear y pastelería.

Entonces, habría que leer con cuidado las etiquetas de los alimentos nombrados. Se debe regular el consumo de los tres edulcorantes que causan especial preocupación; acesulfame de potasio, sucralosa y aspartamo. Sin embargo, desde 2018, la FDA tiene una ingesta indicada para estos tres edulcorantes

  • Acesulfame: limitado a 15 miligramos.
  • Sucralosa: 5 miligramos.
  • Aspartamo: 50 miligramos.

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